viernes, 21 de septiembre de 2012

Nuestra Voz Interior





“No nos afecta lo que nos sucede,
 sino lo que nos decimos acerca de
 lo que nos sucede”.

EPICTETO



Existe esa “voz” interior, ese “yo” que todos tenemos. Esa es una inconstante voz que nos acompaña y nos dice de manera ininterrumpida cosas de diversas clasificaciones. Esa voz nos puede hacer llegar a tener una vida de abundancia y milagros o una vida de tristezas y escases.

Este es un tema muy estudiado por psicólogos y es científico. No estoy “inventando la rueda” al decirlo. No pretendo ser un científico loco que ha descubierto que el agua moja. Lo que busco en este apartado es hacerle entender a usted que si no toma conciencia de sus pensamientos, se verá en un mar de fracasos.

Tenga en cuenta que sus pensamientos están poderosamente ligados a sus emociones y a su conducta. Estos tres aspectos de su vida se interrelacionan entre sí. Piense en lo siguiente. Si usted constantemente está pensando que es una persona enferma físicamente , por ejemplo un simple dolor de cabeza, su emoción se verá afectada y se sentirá incomodo por su dolor y su conducta será la de buscar un analgésico para quitarse dicho dolor de cabeza.

Suena simple. Ya sé que pensó eso al leer el párrafo anterior. Suena simple por dos motivos. El primero, porque es verdad y el segundo porque a través de un ejemplo simple quiero que usted interiorice esta gran verdad.

Pero si desea que sea menos simple entonces tome este mismo racionamiento y argumente con cualquier cosa o situación de su vida. Tal vez descubra que, aunque simple, se aplica para cualquier situación en la vida.

Muchos sabios han enseñado y nos han demostrado que la vida es simple y que en la simplicidad está la verdadera sabiduría. Recuerde, este es un libro simple y simplemente le cambiará la vida. Abra su mente y acepte lo simple. De esta manera verá sus milagros realizados a diario.

Retomando la enseñanza de este apartado. No me afectan los problemas sino más bien lo que creo de los problemas. No es la situación externa la que lo entristece, no es esa persona que logra sacarlo de casillas, no es el tráfico congestionado de la ciudad el que lo desespera. Es lo que usted cree y se dice a sí mismo de estas situaciones.

Exacto. Existe una forma mágica de cambiar esos estados de ánimo. Simplemente cambie lo que siente y se dice a usted mismo de estas situaciones. A lo mejor le puede ayudar pensar en momentos felices o placenteros de su vida, acuda a los buenos recuerdos.

Tal vez le ayude escuchar esa canción que le infunde ánimo, alegría o éxtasis; en mi caso personal uso la canción “es preferible reír que llorar” que la interpreta Peret un artista español.

Tal vez esa oración que le llena de espiritualidad. En fin, existen millones de posibilidades con las cuales usted puede cambiar su estado de ánimo y cambiar lo que se está diciendo a usted mismo en situaciones de tensión.


A partir de hoy dígase a usted mismo cuando se encuentre, por ejemplo, en la situación de mal genio por una pilatuna de su hijo, frases como “esto es temporal” o “amo tanto a mi hijo que esperaré unos minutos a que me calme y luego lo disciplinaré”. Fíjese como una simple frase cambia por completo la situación.

Dalberto Mejia

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